Mío
Eres mío, no importa si lo sabes o no
No depende de tu voluntad o tus deseos,
me he apropiado de tu esencia,
tus sueños y tus pesadillas.
Eres mío porque así lo he deseado,
porque te he conquistado.
Mío, lo quieras o no.
Míos son tus ojos duros y negros, llenos de recuerdos,
dulces como aquellas tardes felices y fútiles
en donde bebiste el vino de la amistad
contemplando la eternidad del mar.
O amargos como las horas perdidas y ajenas
Dejando la piel en camas impropias,
en un vano intento de ganar un instante de olvido para tu pena
Eres mío, sin que tus manos toquen,
los secretos recodos de mi cuerpo,
sin que tus labios saboreen jamás,
mi salobre piel de barco escorado sobre la arena.
No es mi nombre el que pronuncias
Entre roncos gemidos o lubricas suplicas
Pero sé, con Dios por testigo,
Que es a mí a quien posees.
Aunque el tiempo me dispute esa misma posesión
Lo que tengamos juntos será siempre mayor que la eternidad
Mías son tus ideas, grandes y pequeñas
Livianas o profundas, sagradas o profanas
Carnales como tu cuerpo
Sublimes como tu alma
Mío eres por completo
Tu aliento, tu sudor, tu sabor
Mío por completo
Mío para siempre,
durante toda la eternidad que tenga cabida en un instante.
Malena Cid.
Hoy tuve el extraño impulso de escribir algo que me da vueltas por la cabeza, es una de esas ideas que te toman por sorpresa y ante las cuales no puedes hacer nada más que seguirla.
Nota: nuncan antes escribí algo como esto y ni idea de porque ahora.
¡Bellísimo, Male! La verdad es que a mí me gustó mucho; se nota mucha pasiòn en cada letra.
ResponderEliminarBesos,
Bri
Gracisa Bri, no suelo escribir de ese modo pero de algun modo sentí que debía, gracias de nuevo, siempre me animas.
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