Te deseo, es cierto.
no sabes cuanto
tanto como la tierra ardiente y mustia
anhela el frescor de la lluvia
Te deseo, lo juró
Con la avidez que un árbol el agua
para nutrir su sangre savia
Te deseo, con locura
como la semilla al rocío
para romper la dureza de su armadura
Te deseo, aunque no lo quiera
porque cada vez que evocó
la aspereza de tus manos
la suavidad de tu boca
el aroma de tu piel
El perfecto ajuste entre
tu dureza y mi suavidad
Mi corazón hace memoria
De lo que a ratos mi mente olvida
Que para mí, eres agua y sangre y savia y lluvia
Y que yo te Deseo
Malena Cid
© Todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, deja algun mensaje,