Es dulce pensar en ti,
Corsario de mis horas muertas
recordar tu mar infinito
amarte en silencio
buscarte en reflujo de mi memoria
evocando el toque de tus labios
tiernos como caricia
que las olas regalan a la arena
Es dulce,
como dulce es
la comunión de nuestras almas
aún en medio de la borrasca
de la tempestad violenta del amor carnal
donde tu vigoroso y masculino cuerpo
tormenta de invierno en mi verano
cuando embiste la suavidad femenina de mi costa
Es cruel no sentirte,
Perderte un poco cada día
Saber que eres la nave que quizás no vuelva a puerto
buscarte en los recovecos de la memoria.
cerrando los ojos y recordando a medias
la sensación de ser amada.
Amada a conciencia
Amada por tu mar bravío.
tocada por tus manos ásperas y gentiles
manos de marino
poseída por tu gentil fuerza.
por tu alma indómita
tu corazón de pirata
de bucanero que acomete al abordaje
para rendir la nave de mi cuerpo
a los caprichos de tu índole salvaje.
Dispuesta estoy
a naufragar escorando
a navegar sin destino
a ser mar y poeta para ti
escritor corsario.
Malena Cid
© Todos los derechos reservados.
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